No hay nada que delate mejor la verdadera índole de las personas que su actitud hacia el dinero.
La falsedad tiene alas y vuela, y la verdad la sigue arrastrándose, de modo que cuando las gentes se dan cuenta del engaño ya es demasiado tarde.
Lo que ha sido creído por todos siempre y en todas partes, tiene todas las posibilidades de ser falso.
Las falsedades no sólo se oponen a la verdad, sino que a menudo se contradicen entre sí.
Las vanas pretensiones caen al suelo como las flores. Lo falso no dura mucho.
Una virtud simulada es una impiedad duplicada: a la malicia une la falsedad